Insistentemente, miraba como hipnotizada el humo, que salía humeante de la taza de café que amablemente un camarero había puesto ante mí, no sé qué hacía yo en ese bar..., tampoco sentia deseos de tomar café, sin
embargo miraba embobada esa espiral de humo que se elevaba, y como si fuera el
genio de la lámpara parecía preguntar…¿Qué deseas?
¡Que pregunta! Ni yo misma sabía que quería, en esos momentos mi mente habia dejado de pensar, solo quería que la tierra se abriera y me tragase, clavada en mi mirada, “la tuya”, la que yo amaba, la que amo todavía… que me miraba fijamente y que sin remordimientos alguno dijo...
¡Se acabó, ya no siento nada!
Te quiero si, pero…como una
amiga más, hace mucho que me deja impasible el roce de tu piel…he cambiado sin darme cuenta y aunque siento lastimarte….vuelvo al redil, al hogar…a la mujer primera…
Se hundió mi mundo, ese que se sostenía solo en una pompa de jabón y al
pincharse…
¡plof!
C.Parra
Olá, querida amiga Stella!
ResponderEliminarHá amizades assim...
Boa escolha do poema para trazer à tona a reflexão do bom e verdadeiro que devemos procurar e seguir.
Tenha dias abençoados!
Beijinhos
Hola Rosalía, que alegría me dá verte por este blog, me he llevado una muy grata sorpresa
EliminarUn abrazo
Magnifico relato Stella
ResponderEliminarNos vamos viendo...
Un abrazo
Te espero nuevamente Fernando, es una alegría que hayas llegado
EliminarUn abrazo
Great blog
ResponderEliminarMuchas gracias querido amigo
EliminarBuenos días querida Estela. ¡Escribes maravillosamente! Visitaré tus blogs más a menudo. Saludos, ¡que tengas un buen fin de semana!
ResponderEliminarBuenos dias querida JoAna, acabo de pasar por tu blog y tambien prometo seguirte, me ha gustado mucho, espero que todo este bien ahora..Dios lo quiera
EliminarUn abrazo fuerte
Faz bem em retomar os seu relatos. Gostei muito do que escreveu.
ResponderEliminarUma boa semana.
Um beijo.
Gracias querida amiga, me alegra muchisimo que te haya gustado
EliminarUn abrazo
Siempre me han gustado los relatos cortos en donde la emoción y el argumento se logran sintetizar. Hace falta mucho arte. Espero sigamos en contacto. Un abrazo desde el sur
ResponderEliminarBienvenida amiga, me alegra que te haya gustado, espero verte de nuevo por este u otro de mis blog, siempre serás bienvenida, muchisimas gracias
EliminarUn abrazo
Aún me embelesa el humo de aquel cigarrillo que juega en el vacío. Mi vista, ausente de todo, se hace borrosa siguiéndolo . En su ascensión carente de cualquier corriente de aire, marca una línea recta perfecta hasta que termina por deshacerse en filigranas. El humo me transporta a las mil y una noches y ese recuerdo, me hace volar de una manera tan placentera que yo mismo quisiera ser devorado por unos labios.
ResponderEliminarAquel humo, se retuerce en su ascensión para crear autenticas obras de arte a la vez que atraviesa los rayos de sol en la ventana para mezclarse entre infinidad de motas flotantes...motas de polvo que se desplazan tan tranquilas, como si se hubieran tomado un valium; aburridas, sin saber a dónde ir como viajeras perdidas visibles a los rayos del sol.
Al espectáculo no falta la típica mosca indecisa que con sus constantes cambios de sentido, no respeta las leyes del humo y del polvo en suspensión. Parece que huye de un incendio buscando la libertad y chocando continuamente contra el vidrio de la ventana. Le doy otra calada al cigarrillo para lanzar el humo contra el haz de luz. Se crea una auténtica revolución y las motas se vuelven locas. Todo se torna del color azulado de mi humo y pienso...este será mi último cigarrillo.